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Ciberataques: ¿Cómo proteger a tu empresa?

Líneas de código de software que contienen advertencias de ciberataques

Sea ransomware, phishing o ingeniería social, ¿crees que tus medidas de protección contra ciberataques son suficientes o que tu empresa no es atractiva para los hackers? El problema con este pensamiento es que todas las empresas tienen datos que son relevantes para los ciberdelincuentes, tanto si eres una pequeña o mediana empresa como si cotizas en bolsa.

Indice
 
 
IT Governance, proveedor mundial de soluciones de gestión de riesgos cibernéticos y privacidad, informó que, entre el 1 de enero y el 1 de agosto de 2023, se produjeron 694 ciberataques denunciados públicamente en todo el mundo, que afectaron a 612.368.642 registros violados. Si se añadieran los casos no denunciados, la cifra sería significativamente mayor. La mayor violación de datos de 2023 hasta el momento se produjo en X (antes llamado Twitter), donde se vieron afectados 220 millones de registros. La sanidad (199), la educación (119) y el sector público (88) son las áreas más atacadas.  
 
Las consecuencias de estos ataques incluyen interrupciones operativas con grandes pérdidas de ingresos, enormes costes de recuperación de datos e importantes daños a la reputación. En esta entrada del blog, te daremos una visión general de los tipos de ciberataques, cómo se producen y, lo que es más importante, cómo puedes proteger a tu empresa y a ti mismo.

¿Qué es un ciberataque? 

Anzuelo que obtiene información de una entrada de contraseña 

Un ciberataque es un ataque contra sistemas informáticos, redes u ordenadores para obtener acceso no autorizado, robar información sensible, causar explícitamente daños o comprometer la funcionalidad de la infraestructura informática. Los ciberdelincuentes utilizan diversas técnicas y vulnerabilidades para eludir las medidas de seguridad existentes.  

¿Cuáles son las consecuencias de los ciberataques?  

Una serie de candados azules con un candado rojo abierto que representa una fuga de seguridad

Los ciberataques tienen consecuencias graves y de gran alcance, tanto para las empresas y organizaciones como para los individuos.
 
El daño potencial incluye:
  
  • Pérdida de datos confidenciales o sensibles.    
  • Espionaje industrial y desventaja competitiva mediante el robo de información confidencial y propiedad intelectual.   
  • Daños a la reputación y pérdida asociada de clientes y partners.  
  • Pérdidas financieras en forma de pagos de rescates en caso de ataques de ransomware, tiempo de inactividad de la producción, costes de recuperación o pérdida de ingresos.    
  • Consecuencias legales con reclamaciones de responsabilidad civil debido a violaciones de datos o infracciones de reglamentos y normas de cumplimiento específicos del sector.    
  • Amenazas a infraestructuras críticas como redes eléctricas, suministro de agua o servicios de transporte, y por tanto también a la seguridad pública.   
  • Alto coste de restauración de sistemas y datos tras un ciberataque.    

¿Qué tipos de ciberataques existen?  

Una imagen de un caballo de Troya de madera sobre líneas de código de software

Los ciberataques difieren según sus objetivos y modus operandi. Por ejemplo, los atacantes pueden cifrar datos y posteriormente pedir un rescate para liberarlos. Otros ataques tienen como objetivo robar información confidencial, el espionaje industrial o dañar la reputación de una empresa.   
 
Algunos de los tipos más comunes de ciberataques son:  
 
  • Malware: El malware incluye varios tipos de software malicioso, como virus, gusanos, troyanos o spyware. El malware se utiliza para infectar sistemas, robar datos, cifrar datos o causar el mayor daño posible al sistema afectado.  
  • Ransomware: También llamados troyanos criptográficos o de encriptación. Los piratas informáticos encriptan los datos del ordenador o red e impiden el acceso para exigir un alto rescate por la desencriptación.
  • Phishing: En los ataques de phishing, los ciberdelincuentes intentan engañar a los usuarios para que revelen datos personales, contraseñas o información financiera a través de correos electrónicos, sitios web o mensajes falsos. Por ejemplo, un phishing-Troyano parece una comunicación comercial normal. Sin embargo, un archivo adjunto contiene un código malicioso que se activa al abrir dicho archivo.
  • Ataque de intermediario (Man-in-the-Middle): Los piratas informáticos se colocan entre los interlocutores de la comunicación para interceptar, controlar o manipular el tráfico de datos sin que los participantes se den cuenta. El objetivo puede ser recopilar datos personales, contraseñas o información bancaria, y/o convencer a la víctima para que realice una acción como cambiar las credenciales de inicio de sesión, completar una transacción o iniciar una transferencia de fondos.
  • Ingeniería social: Los piratas informáticos manipulan específicamente a las personas para obtener información confidencial. De este modo, pretenden ganarse la confianza de sus víctimas y persuadirlas para que divulguen información confidencial, datos de tarjetas de crédito o contraseñas. 
  • Amenazas internas: Este tipo de ataque procede de empleados internos, contratistas u otras personas de confianza que abusan de sus derechos de acceso para robar datos, publicar información y perjudicar así a la empresa.
  • Servicio denegado (DoS) y servicio denegado distribuido (DDoS): Estos ataques pretenden paralizar un sitio web, un servidor o una red impulsando una gran cantidad de tráfico, afectando así a la disponibilidad para los usuarios legítimos. Suplantación de identidad: En estos casos, un ciberdelincuente se hace pasar por una fuente conocida o de confianza, y es capaz de robar información, extorsionar o instalar malware. Pueden utilizar lo que parece ser un dominio legítimo, un correo electrónico con una dirección de remitente falsificada u otros métodos para acceder a datos confidenciales. 
  • Ataques de día cero: Estos ataques aprovechan vulnerabilidades del software para las que no hay disponible ningún parche (actualización del software para corregir el fallo) o actualización de seguridad en el momento del ataque.
  • Suplantación de identidad: En estos casos, un ciberdelincuente se hace pasar por una fuente conocida o de confianza y es capaz de robar información, extorsionar o instalar malware. Pueden utilizar lo que parece ser un dominio legítimo, un correo electrónico con una dirección de remitente falsificada u otros métodos para acceder a datos confidenciales.

¿Cómo suelen suceder los ciberataques?

Una figura que representa a un hacker superpuesta sobre un fondo rojo y un código binario de software

Fase 1: Exploración  

Los atacantes recopilan información sobre su objetivo potencial, como empleados y directivos, infraestructura informática y medidas de seguridad. Lo hacen utilizando información disponible públicamente o técnicas de ingeniería social. Una vez que los hackers han explorado qué defensas existen, eligen las tácticas adecuadas para su ataque.  

Fase 2: Acceso inicial  

El siguiente paso es identificar una vulnerabilidad en la red o el sistema para obtener el acceso inicial. Esto suele hacerse mediante malware, correos electrónicos de phishing o explotando vulnerabilidades del software. Este acceso inicial se amplía después a un acceso remoto a largo plazo para el entorno de la organización.   

Fase 3: Ampliación de permisos  

Una vez establecido el acceso a la red, los ciberdelincuentes amplían sus derechos y permisos. Buscan cuentas administrativas u otros accesos para obtener más control sobre la red o los sistemas.

Fase 4: Ampliación de privilegios  

Los piratas informáticos intentan ahora identificar qué nivel de autorización de seguridad necesitan conseguir para lograr sus objetivos. Tienen control sobre los canales de acceso y las credenciales que reunieron en las fases anteriores. Por último, los atacantes obtienen acceso a los datos objetivo. Los servidores de correo, los sistemas de gestión de documentos y los datos de los clientes se ven comprometidos. 

Fase 5: Ejecución  

En la fase final, los hackers extraen datos valiosos e información confidencial, corrompen sistemas críticos e interrumpen las operaciones. A continuación, se cubren los rastros y se eliminan todos los indicios de acceso.   

Diez consejos para proteger a tu empresa contra los ciberataques  

Viñeta de un ciberdelincuente con una llave para desbloquear información confidencial

Protegerse contra los ciberataques requiere una estrategia de seguridad integral. He aquí algunas acciones y pasos clave que las empresas, organizaciones y particulares pueden dar para proteger mejor su infraestructura informática y sus datos: 
 
  1. Concienciar sobre la seguridad mediante formación periódica, así como sensibilizando a los empleados sobre la amenaza de los ciberataques y la importancia de comportamientos seguros al utilizar el correo electrónico, los enlaces y las descargas.
  2. Utiliza contraseñas fuertes y únicas para todas las cuentas y actualízalas regularmente.  
  3. Asegúrate de que los sistemas operativos, las aplicaciones y las soluciones de seguridad están actualizados para abordar las vulnerabilidades de seguridad conocidas. 
  4. Implanta cortafuegos (firewalls), antivirus y antimalware fiables para controlar el tráfico y detectar actividades maliciosas. 
  5. Realiza copias de seguridad periódicas de todos los datos críticos y aplica una estrategia integral de recuperación ante desastres para restaurarlo todo rápidamente en caso de emergencia.
  6. Cifra los datos confidenciales para garantizar que las partes no autorizadas no puedan acceder a ellos.  
  7. Implanta la doble autenticación para aumentar la protección de la cuenta.  
  8. Implementa herramientas de supervisión en tiempo real y de análisis del tráfico de la red para detectar a tiempo actividades sospechosas.
  9. Realiza periódicamente auditorías de seguridad y pruebas de penetración para identificar y abordar las vulnerabilidades de la infraestructura informática.
  10. Crea un plan de contingencia detallado que incluya instrucciones claras sobre qué hacer en caso de ciberataque, y asegúrate de que todos los empleados estén informados.  
Los ciberataques son una amenaza grave y continua. Las empresas y organizaciones de cualquier sector corren el mismo riesgo. Por tanto, mantente informado de forma regular y proactiva sobre las amenazas actuales y las medidas de seguridad para protegerte a ti y a tu empresa a largo plazo.
 

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