La nube en pocas palabras

Hasta hace diez años, obtener nuevas aplicaciones requería considerables gastos de implementación, integración, almacenamiento y seguridad. Los departamentos de TI tenían mucho presupuesto y un gran control.

La nube cambia las infinitas capas tecnológicas —aplicaciones, almacenamiento, software intermedio, redes, seguridad, potencia computacional— a tan solo una red central de datos masiva, redundante y distribuida. Ahora el único requisito para acceder es una conexión a internet.

La posibilidad de acceder a aplicaciones basadas en la nube pone al propietario de un negocio justo en el centro de las decisiones tecnológicas. Esto proporciona:

 

Flexibilidad financiera

Las aplicaciones basadas en la nube de gestión documental y automatización de flujos de trabajo se pueden adquirir poco a poco en vez de todo a la vez. Los servicios se pueden adquirir a través de gastos operacionales en vez de gastos de capital.

La ruta de valor

Los servicios de flujos de trabajo y gestión documental basados en la nube siguen una ruta de valor: "primero probar → comprar poco → ampliar. Este es un giro de 180 grados de lo tradicional: comprar a lo grande → implementar → esperar que dure.

Simplicidad administrativa

Los problemas de seguridad, funcionalidad y ampliación ahora pertenecen al proveedor de servicios en la nube. Los dueños de empresas se pueden centrar en la optimización de los procesos y la productividad de sus plantillas.